La iglesia de San Agustín fue
edificada a mediados del siglo XVII esta obra de arte por su solidez en
reconocida.
Se cree que por gestines del
sacerdote Nicolás Vera de León, fue iniciada su construcción en comunicación
con el párroco Arturo de Villalobos y Cifuentes. Por su descripción fue el
mejor equipado, el más grande y más bien dispuesto de todo el lugar.
En 1697 se hace un apunte de lo que
era su construcción original.
Todo de cal y canto, sus paredes
gruesas y fuertes, capaces de sostener seis bóvedas que también descansan sobre
otros tantos arcos que escriban en sus pilastras, muy solidad y de curiosa
arquitectura.
Con claraboyas que hondean
repartiendo mucha luz al altar y capilla mayor. Se puede saber por algunas
crónicas que en el año de 1774 a 1775, por disposiciones del obispo de la
diócesis, pasa a ser seminario diocesano y por consecuencia todos sus bienes.
Las imágenes pasaron a las iglesias
de Catedral, San Nicolás, la imagen de San Agustín le donaron a teopisca y el
preciado órgano a la iglesia del Cerrillo que fue traído de Alemania.
Hasta el siglo XX, durante mucho
tiempo el templo olvidado, hasta que las escuelas: “Flavio A. Paniagua” y ”
Adolfo Ramos” entregaron los inmuebles a la escuela de derecho, fue que
mandaron a derribar los salones de clases que cubrían la puerta de entrada
dejando libre el atrio o plazuelita la que enladrillaron para darle su aspecto
colonial.
El interior del templo lo adaptaron
para lo que hoy es, el auditorio de la Facultad de Derecho de la UNACH.
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