PáginaHistoria y Leyendas de los Barrios de San Cristobals

Historia de San Ramon












Este barrio se formó en el primer cuarto del siglo XVIII que con gente mestiza que vivieron en otros barrios de la ciudad, buscando el negocio, les fue propicio porque el agua de la laguna ya se avía desecado en todo lo que hoy es, calle ramón la raizar y anteriormente se conocía como calle real de san ramón, allí hicieron sus casas de bajarek y techos de tejamanil, aprovechando que ya lo avían convertido como camino de entrada y salida, la gente de los pueblos vecinos, como; chamulas, ziancantecos, chenaltecos, pantelotecos, sanandreseros, migueleros y hasta los chiapacorselos allí pasaban, ya se había hecho la llegada la llegada más corta, que dar la vuelta por la hormiga, que había sido por tanto tiempo.
Como los terrenos estaban baldíos y pantanosos, donde quiera se establecían grupos de personas  donde quiera se establecían grupos de personas así fue como gente de zinacantan hicieron sus casitas en la portañuela, ósea el entronque de la calle ramón la raizar el periférico poniente.
El barrio de san ramón se distinguía en dos oficios que lo hacían en otros barrios se distinguía con la alfarería y la curtiduría de pieles, la que le iban a vender a los talabarteros en la calle real de Guadalupe.
No se puede precisar en qué época fue edificado el templo de san ramón en que época fue edificado el templo de san ramón nonato, porque en los archivos de Guatemala nos dicen que la iglesia de este lugar ya existía desde la primera gran inundación del siglo XVIII, o sea del año de 1785, pero si se puede decir que es el último templo construido en época de la colonia.
La festividad del barrio es celebrada el 31 de agosto de cada año en honor de san ramo nonato, protector de las parturientas y de los niños que no hablan a tiempo.
Los moradores de este barrio, no se llevaban con los de las mercedes, se empezaban  a tirar piedras con las manos y con tiradores o resorteras.

Los de san ramón no dejaban llegar a jóvenes a las fiestas que allí se hacían para que no bailaran con las muchachas de este barrio, eran igual a los cuxtitali, pero aquí se distinguieron algunas familias: los Gómez, los bautistas y otros, que anduvieron montados a caballo y portaban armas de fuego.

Referencia: M. en C. Rafael Narvaez Lievano.

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